Economía

Sniace plantea reabrir Celulosa y Viscocel pero reduciendo 237 empleos y bajando los salarios un 20%

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La dirección de Sniace ha presentado al comité un plan industrial que plantea la reapertura de Celulosa y Viscocel, pero reduciendo 237 empleos, el 45% de la plantilla, y aplicando una rebaja salarial del 20%. Aún con estas medidas, la empresa condiciona el futuro de la factoría de Torrelavega en primer lugar a la materialización de la reforma energética, pero pide a los trabajadores una respuesta el próximo 23 de septiembre, cuando se cumple el plazo del expediente de extinción para toda la plantilla que hay sobre la mesa.

El plan industrial, que según la empresa es un borrador, debe ser aprobado por los interventores judiciales, ya que Sniace ha presentado el concurso de acreedores. En ese borrador se da por muerto el Plan de Sostenibilidad de la factoría, que anunció la pasada primavera y que planteaba unos 50 millones de euros de inversiones y la modernización del proceso productivo.

Ahora, la dirección de Sniace solo prevé 5 millones de inversión en la planta de Viscocel, descartando mejoras en Celulosa, y pretende reducir la masa salarial y conseguir una "plantilla objetivo", que para la empresa ronda los 300 trabajadores.

El comité y la empresa han celebrado hoy la tercera de las reuniones del ERE de extinción, con la asistencia del responsable de la comisión directiva, Miguel Gómez de Liaño. En este encuentro se esperaba que la empresa diera a conocer los planes de futuro para la factoría, y aclarase la reapertura o no de las plantas de Viscocel y Celulosa.

Hasta ahora los planteamientos laborales sobre la mesa eran de 148 prejubilaciones (la empresa subió en la última reunión de 101 a 148 el excedente), si continuaban las dos plantas; 364 despidos, si cerraba Viscocel; y 533 despidos si cerraba toda la factoría. Sin embargo, hoy la dirección se ha descolgado con una propuesta intermedia: dos plantas sí, pero con la mitad de la plantilla.

Al término de la reunión, el comité ha explicado que la dirección no ha precisado de dónde saldrían ese centenar de trabajadores excedentes que añade a la cifra que presentó en la última reunión, tampoco precisa sus condiciones de salida y aunque habla de que buena parte de ellos podrían ser prejubilaciones tampoco lo define. Los sindicatos han pedido a la empresa que presente un informe en el que se definan todos esos aspectos, aunque temen que Sniace pretende una plan de prejubilaciones "lo más ajustado posible" y resolver el resto mediante despidos.

El plan industrial que baraja la empresa incluye además un "reajuste laboral" y otras cuestiones, como la externalización de buena parte de los servicios auxiliares o la modificación de las "parrillas", lo que afectará a los puestos "polivalentes". En cuanto a la reducción salarial, sería del 20% para los trabajadores de base, aumentando el porcentaje para los altos cargos y directivos.

La reapertura de las plantas podría ser a finales de septiembre en Celulosa y en el caso de Viscocel ser aplazaría unos nueve meses, para ejecutar las reformas previstas. La intención es recuperar el mercado que se ha perdido en los nueve meses de parón y alternar la producción de fibra ignífuga y convencional, primando la primera a medida que mejore el posicionamiento.

La sensación del comité es que el planteamiento inicial que hoy ha hecho la empresa esconde "mucha tela que cortar y mucha trampa", hasta que la dirección explique todo lo que tiene previsto, ha señalado su secretario, Antonio Pérez Portilla. A su juicio, la empresa no puede pretender que los trabajadores acepten el planteamiento de la empresa, no sólo por su indefinición, sino porque incluso con el sacrificio de los despidos y la rebaja salarial no garantiza el futuro ni el empleo.

Por eso, esperan que en la reunión fijada para el próximo miércoles, la empresa presente los datos de todo lo que hoy ha explicado. A partir de ahí, los sindicatos han avanzado que se planteará una disyuntiva para los trabajadores, aceptar la propuesta de reducción de plantilla o dejar que la decisión la tomen los interventores judiciales.

El comité también ha recordado que, con la reforma laboral, la empresa no necesita la aceptación de la representación sindical para aplicar su reestructuración, interpretando que la conformidad de los trabajadores sólo tiene una valor "político" o empresarial, en aras de la "paz social".

En la asamblea celebrada al término del encuentro, muchos trabajadores se han expresado en contra de aceptar cualquier tipo de propuesta que suponga despidos, prefiriendo que sean los responsables concursales los que tomen la decisión de si Sniace necesita reducir la plantilla para garantizar su viabilidad o tiene un futuro con un excedente de entorno a un centenar de personas que podrían salir mediante prejubilaciones.

"Hemos perdido el tiempo durante todos estos meses, porque nos han estado hablando de un plan de viabilidad que a la hora de verdad no existe; y se vuelve a demostrar lo que hemos dicho muchas veces, no tenían intención de arrancar Viscocel", ha dicho Pérez Portilla. A su juicio la empresa "no ha clarificado absolutamente nada" y pide a los trabajadores que se bajen los salarios en base a un "borrador" que tampoco evita los despidos y que además no garantiza el futuro.

"Desde luego cuando se pide una rebaja salarial, como mínimo lo que tiene que haber es que no haya despidos, pero tener que tragar una rebaja salarial y que encima esto no sirva para evitar despidos, desde luego hay que reflexionarlo muy detenidamente, puede que incluso al final no sirva para nada", ha dicho el delegado de UGT.

El representante de USO, Justino Sánchez, ha destacado que la empresa haga este planteamiento "a nueve días escasos de concluir un ERE cuando llevamos nueve meses dándole vueltas al plan de viabilidad".

El delegado del SU, Mario Villar, ha dicho que los trabajadores tienen que tener claro "que el enemigo está en casa, y hoy la empresa ha hablado claro", demostrando que "no se planteaban abrir Viscocel" y se han visto forzados a mantenerla por los avances anunciados por el Gobierno regional. A partir de ahí, queda claro que "la empresa quiere un futuro con 297 trabajadores en fábrica, y deshacerse de 237, y eso es lo que quiere que negociemos, y a eso le decimos que no; habrá que buscar alternativas y decirle a la empresa que esta reestructuración habrá que hacerla de otra manera".

Por su parte, el delegado de CCOO, Luis Corrales, ha dicho que se ha quedado "helado" al saber que la empresa aumentaba el excedente de plantilla en un centenar de trabajadores, sobre los 148 que planteó en la última reunión. También ha recordado a los trabajadores que en unos días tendrán que tomar la decisión, sobre si aceptan la propuesta de la dirección de mantener 296 empleos, el 55% de la plantilla, o dejan el destino de sus empleos en manos de los interventores concursales.

La plantilla, a la espera de la reunión del próximo miércoles, seguirán adelante con las movilizaciones, y este viernes volverán a manifestarse, a las 19.00 horas, desde la fábrica hasta el Ayuntamiento de Torrelavega.